Michael Jordan – Amor al Baloncesto

De Michael Jordan, la gran leyenda del baloncesto, se puede aprender mucho. El éxito no viene del talento, sino de trabajar duro. De esforzarse y luchar. De la determinación y la rabia. De desafiarte y exigirte. De ser valiente y no tener miedo a equivocarte. Los fallos te enseñan para exigirte más y hacerlo mejor la próxima vez. El único verdadero fracaso es no intentarlo…

Tras su retirada, Air Jordan publicó una Carta Abierta de Amor al Baloncesto en la que transmite la intensidad de su pasión, de su amor y su profundo enamoramiento con el Baloncesto.

Con esa fuerza es como hay que perseguir tu propósito, tus sueños en la vida, tus metas. Tienes que desearlo más que nada en el mundo. Con un fuego que arde en tu corazón y que lo devora todo, que te mueve hacia delante superando todas las dificultades, sin importar lo que pase, trabajando duro y dando más de ti, levantándote cada vez que caes, mejorando cada día, con el rumbo siempre claro, hasta lograr todo lo que quieras.

Los dos vídeos del post de hoy son buenísimos… muy inspiradores y motivadores.

Aquí la Carta Abierta de Amor al Baloncesto que escribió Michael Jordan al retirarse:
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Querido Baloncesto,

Han pasado casi 28 años desde el primer día que nos conocimos. 28 años desde que te vi en la parte de atrás de nuestro garaje. 28 años desde que mis padres nos presentaron.

Si alguien me hubiese dicho lo que sería de nosotros, no le hubiese creído. Apenas sabía tu nombre.

Luego comencé a verte alrededor del barrio y te vi en televisión. Solía verte con chicos en la cancha. Pero cuando mi hermano mayor comenzó a prestarte más atención, comencé a fascinarme. Tal vez eras diferente.

Quedamos unas cuantas veces. Cuanto más te conocía, más me gustabas. Y como cosas de la vida, cuando finalmente me interese en ti, cuando finalmente estaba preparado para que se volviera algo serio, tú me dejaste fuera. Me dijiste que no era lo suficientemente bueno.

Estaba destrozado. Estaba dolido. Incluso creo que lloré.

Luego te deseé mucho más que antes. Por lo tanto practiqué. Me machaqué duro. Trabajé en mi juego. Pases. Driblar. Tiro. Pensamiento. Corrí. Hice sentadillas. Hice flexiones de brazo. Hice abdominales. Levanté pesas. Te estudié. Comencé a enamorarme y tú lo notaste. Al menos eso es lo que el entrenador Smith dijo.

En aquel momento, no estaba seguro de lo que estaba pasando exactamente. Pero ahora lo sé. El entrenador Smith me estaba enseñando cómo amarte, cómo escucharte, cómo entenderte, cómo respetarte y cómo apreciarte. Entonces sucedió. Aquella noche, en el superdomo de Louisiana, en los segundos finales de la final del campeonato contra Georgetown, tú me encontraste en la esquina y bailamos.

Desde entonces, te convertiste en mucho más que solo una pelota para mí. Te convertiste en más que una cancha. Más que un simple aro. Más que en un par de zapatillas. Mucho más que un simple juego.

En algunos aspectos, te convertiste en mi vida. Mi pasión. Mi motivación. Mi inspiración.

Eres mi fan más grande y mi más duro crítico. Mi mejor amigo y mi aliado más fuerte. Mi profesor más exigente y mi estudiante más cariñoso. Mi principal compañero de equipo y mi competidor más feroz. Eres mi pasaporte alrededor del mundo y mi visado en los corazones de millones.





Tanto ha cambiado desde el primer día que nos conocimos, y cuánto tengo que agradecerte. Así que si no me has escuchado decirlo antes, déjame decirlo ahora para que el mundo lo escuche. Gracias. Gracias, Basketball. Gracias por todo.

Gracias por todos los jugadores que llegaron antes que yo. Gracias por todos los jugadores que fueron a la batalla conmigo. Gracias por los campeonatos y los anillos. Gracias por los partidos de All-Stars y los Playoffs. Gracias por los tiros sobre la bocina, las duras faltas, las victorias y las derrotas. Gracias por hacerme ganarme la vida. Gracias por el número 23. Gracias por Carolina del Norte y por Chicago. Gracias por el aire y el apodo. Gracias por los movimientos y el tiempo suspendido en el aire. Gracias por la conquista del Slam Dunk. Gracias por la voluntad y la determinación, el corazón y el alma, el orgullo y el coraje. Gracias por el espíritu competitivo y las competiciones para desafiarlo. Gracias por los fracasos y las adversidades, las bendiciones y los aplausos. Gracias por el triángulo. Gracias por el béisbol y los Barons. Gracias por perdonarme. Gracias por los asistentes, los entrenadores, los terapeutas físicos. Gracias por los anunciadores, los árbitros, los escritores, los reporteros, por los locutores y las estaciones de radio. Gracias por los Pistons y los Lakers, los Cavs y los Knicks, los Sixers y los Celtics. Gracias por Phoenix, Portland, Seattle y Utah. Gracias por los Wizards. Gracias por los creyentes y los incrédulos. Gracias por el entrenador Mr. Smith, Mr. Loughery, Mr. Albeck, Mr. Collins y Mr. Jackson. Gracias por la educación y la experiencia. Gracias por enseñarme el juego detrás, debajo, dentro, encima y alrededor… el juego del juego. Gracias por todos los fans que alguna vez han dicho mi nombre, unido sus manos por mi y mis compañeros de equipo, que me hayan chocado los cinco o me hayan dado palmadas en la espalda. Gracias por todo lo que le diste a mi familia. Gracias por la luna y las estrellas, y por último, pero no menos importante, gracias por Bugs y Marte.

Yo sé que no soy el único que te ama. Sé que has amado a muchos antes de mí y amarás a muchos después de mí. Pero también sé que lo que nosotros tuvimos fue único. Especial. Por tanto, aunque nuestra relación cambie, como sucede con todas las relaciones, una cosa es segura.

Te amo, Basketball. Amo todo lo relacionado contigo y siempre lo haré. Mis días de juego en la NBA han terminado definitivamente, pero nuestra relación nunca acabará.

Con mucho amor y respeto,

Michael Jordan





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2 Responses to Michael Jordan – Amor al Baloncesto

  1. sunn dice:

    It’s about being what are you born to be. Creo que en esa frase reside la seducción. La seducción a la vida y nuestros semejantes, sean del sexo opuesto o no. Seducir a la felicidad para que se acerque a nuestras vidas. Al final lo que seduce es quien transmites que eres, y eso se torna más fuerte cuanto más se acerca la persona que transmites que eres y la que realmente eres.

    Magnífico aporte el que nos traes James Silva 007. Inédito al menos para mí que nunca lo había visto antes. Ni la carte ni el video y me parecen tremendos.

    Un abrazo a todos y a disfrutar

  2. James Bond dice:

    Exacto, sunn. Ya estamos completos y tenemos todo, sólo hay que sacarlo fuera a relucir.

    Los vídeos son tremendos, el mensaje de Jordan es espectacular, muy profundo y vale para todo en la vida! 😉

    Un abrazo!

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